La gracia de Ester – Maite Leija
Aconteció que al tercer día se vistió Ester su vestido real, y entró en el patio interior de la casa del rey, enfrente del aposento del rey; y estaba el rey sentado en su trono en el aposento real, enfrente de la puerta del aposento. Y cuando vio a la reina Ester que estaba en el patio, ella obtuvo gracia ante sus ojos; y el rey extendió a Ester el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces vino Ester y tocó la punta del cetro. Dijo el rey: ¿Qué tienes, reina Ester, y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará.
Ester 5:1-3
Creo que la mayoría conocemos algo de la historia de Ester, su vida era sencilla y normal como la de cualquier mujer, pero dió un cambio radical en el momento que halló gracia delante del rey, a tal grado de ser proclamada reina.
La Gracia, según Wikipedia, es lo gratuito (lo que se da gratis), o el favor que se hace sin merecimiento particular, pero según la teología cristiana es un favor o don gratuito concedido por Dios para ayudarnos a cumplir los mandamientos, como también se entiende el acto de amor por el que Dios llama continuamente las almas hacia Él.
Hallar gracia delante de Dios es algo tan importante, porque es lo que nos permite acercarnos a Él, lo que hace que nos vea con amor y agrado, como una forma de aceptación, como el simple hecho de no ser nada antes de conocerle y por gracia ahora tener la dicha de ser hijas del Rey.
Y es que así es la gracia de Dios en nosotras, imagínate que antes de conocerle vivías como la antigua Ester, pasabas casi desapercibida para la demás gente, una mujer más en el mundo, y un día por decreto del Rey fuiste llamada a conocerle, sin importar dónde estabas o que estabas haciendo, solo te llamó y te acercó a Él, y comenzó a verte con tanto amor y ternura, que te tomó como hija, te dió la oportunidad de vivir bajo su cuidado y el privilegio de gozar de una vida nueva y digna, donde tienes la posibilidad de presentarte ante su gran trono a pedir se te conceda cada uno de los deseos de tu corazón, sin importar lo difícil que parezcan pues todo es posible para Él.
La gracia es dada solamente por Dios, Él fue quien hizo que Ester hallara gracia ante el rey con un propósito, y ese era abogar por la libertad de un pueblo entero, así mismo ha puesto gracia en ti y te llamó también con un propósito, tal vez ya lo conoces o tal vez no, pero sin duda alguna por algo fuiste llamada a formar parte de la familia real en Cristo y con fidelidad y obediencia puedes gozar de todos los beneficios y riquezas del reino de Dios.
Autora: Maite Leija
Escrito para: www.mujerescristianas.org